Desde antes de Navidad, estoy visitando Japón. Es mi tercera vez por estos lares, pero hacía 8 años desde la última, y eso significa muchísimos cambios.
Pero les cuento las cosas que me sorprendieron entonces o ahora.
Llegar a Nihon (como lo llaman sus habitantes) es un proceso largo. Vine por una de las rutas más rápidas posibles y fueron 36 horas desde Ezeiza hasta Narita, sin contar los viajes hasta y desde los aeropuertos. Pero al llegar, lo primero que uno nota es la condición insular japonesa, donde los gaijin (extranjeros) somos una rareza entre miles y miles de rostros orientales.
Desde el aeropuerto y a lo largo de todo el país, sorprende la ubicuidad de los jidohambaiki (expendedores automáticos) que venden por monedas bebidas frías o calientes, cigarrillos, sopa, snacks, y cualquier otra cosa. Incluso en los rincones más reconditos de Japon (aqui abandono el intento de usar acentos en este teclado), estas maquinitas se encuentran cada dos cuadras, usualmente en grupos de dos a siete en fila. Esto ya era asi la ultima vez, y desde esa epoca siguen hablando, como toda otra maquina en estas latitudes, desde semaforos hasta automoviles.
Y hablando de automoviles, llegamos a mi segunda sorpresa a la llegada: todos los autos tienen GPS. Todos, porque no hay autos de mas de dos agnos en estas calles. Y el GPS muestra en tiempo real hasta la posicion de los semaforos, con precision de 5 metros, aproximadamente, pero tambien muestra la posicion de los negocios principales, oficinas de correo, talleres, etc. El mismo aparato, cuando el auto esta detenido, sirve para mirar la tele (canales de aire) o DVDs, porque, claro, el aparato acepta CDs o DVDs.
En muchos sentidos esto es como vivir en el futuro, y esto es literal (pase la Navidad 12 horas antes que mi familia y amigos en Argentina). Pero aunque se puede pagar en muchos lugares con el celular, esta es una economia totalmente dependiente del efectivo. Tal vez sea un efecto de la zona en la que estoy, la provincia de Tochigi. En unos dias les contare como se vive en Tokyo.
Mientras tanto, sigo tomando cerveza Kirin y trajinando este teclado quasi-incompresible. Prometo fotos proximamente.
3 comentarios:
Martín, ¿se puede elegir el idioma de las máquinas parlantes, o hay que saber nihongo?
No, Omar. En el mercado interno, TODO es en Nihongo. De hecho, recorrí montones de librerías y salvo en el centro de Tokyo, es dificilísimo encontrar libros en inglés.
Los productos electrónicos con selección de idioma son para el mercado externo.
Que loco, che... lo autos nos vienen con TV por cable? :-)
Por estos pagos, vi nun nisan con un GPS muy similar a la pantalla, que cuando pones marcha atras muestra imagenes de la camara que tiene la parte trasera del auto... Un chiche.
Abrazo,
Davo.
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