Varios amigos y conocidos siguen sorprendiéndose de que use una MacBook.
La verdad es que vengo trabajando desde hace años mayormente en el mundo Microsoft, y la mayoría imaginan que uso Windows todo el tiempo… y es verdad, pero…
Hace tiempo que venía pensando en probar una Mac, y tuve la oportunidad de hacerlo durante un proyecto con mi colega geek Johnny Halife, todo un evangelizador en estos temas.
Los motivos son varios: primero, últimamente trabajo cada vez más en proyectos de interoperabilidad y con lenguajes diferentes. Incluso para Microsoft estuve trabajando recientemente en proyectos con C++ sobre Linux (casualmente en ese proyecto usé la Mac de Johnny varios días y me convencí).
Hasta pasarme a la Mac tenía el entorno al revés: Windows 7 como host y diferentes máquinas virtuales con distribuciones de Linux para correr Python, Mono, etc. Pero también uso siempre muchas máquinas virtuales con Windows, y Windows sobre Windows, en mi última notebook, era poco eficiente para trabajar regularmente.
Así que invertí los términos. Ahora uso como sistema operativo host Mac OS X (Leopard, hasta que salga Snow Leopard dentro de poco). Y gracias a la magia de VMWare Fusion, tengo funcionando Windows 7 RC a la vez, todo el tiempo, y en forma sorprendentemente integrada.
En la imagen pueden ver abiertos Visual Studio y Live Writer (mientras escribo este post) corriendo en Windows 7, y Safari, MonoDevelop y el Microsoft Messenger corriendo en Mac OS. Y como ven, las ventanas están todas en el mismo desktop, ya que Fusion permite ese modo (llamado Unity) en el que atrapa las ventanas por separado, de manera que no tengo que cambiar de un desktop a otro. Todo es prácticamente igual, salvo las obvias diferencias de los estilos (noten los típicos botones de minimizar, maximizar y cerrar, que en Windows están a la derecha y en Mac OS a la izquierda, además de tener distinta apariencia).
¿El resultado? Las aplicaciones que corren virtualizadas en Windows funcionan más rápido que en mi notebook anterior, sin virtualización. El secreto, obviamente, es la combinación de software y hardware totalmente propietario que permite que Mac mantenga una eficiencia y estabilidad impresionantes.
Y utilizar Mac OS es un entretenimiento adicional. Tiene cosas fabulosas y algunas carencias increíbles, pero eso da para otro post…
Lo cierto es que tengo lo mejor de ambos mundos, totalmente conectados, y eso me permite jugar entre Unix (Mac OS es un Unix remozado) y Windows, saltando de Mono a Visual Studio, de Python a IronPython y otras cosas divertidas.
Finalmente, también estoy intentando mantenerme firme en una decisión importante para minimizar el impacto de los cambios de máquina: estoy usando más y más servicios en la nube. Sólo instalo en un OS o el otro el software que no tiene alternativa decente en la web, e intento no mantener archivos en los discos sin sincronizarlos con algun servicio remoto. Prometo una lista comentada de los mejores de estos servicios para un próximo post.
2 comentarios:
Muy interesante post Martin, sobretodo para los que como yo estamos considerando seriamente migrar a MacOS. Me gustaria mucho conocer las carencias increibles de MacOS a las que te refieres y esos servicios remotos para sincronizacion de tus archivos. Saludos,
Siempre me parecio raro que usaran Mac , pero ahora que las MACs tienen procesaroes intel podes tener como Host un Windows, pero el caso de usar como host un MAC OS me parece una novedad, muy util para las gente como vos que está trabajando en proyecto de interoperabilidad entre plataformas. Saludos
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